Las vistas sobre el puente Tabiat

El puente Tabiat, de 270 metros de largo, une dos parques. Más que de una conexión funcional entre dos puntos, se trata de una auténtica aventura. La arquitecta ha superado con creces las expectativas a la hora de esbozar este destino de ocio. Desde su inauguración en 2014, se ha convertido en un gran punto de encuentro para los propios habitantes de la ciudad.

El símbolo de Teherán

La arquitecta Leila Araghian concibió el puente a los 26 años, cuando aún estudiaba. Como habitante de Teherán, a menudo cruzaba los puentes que cruzan la ciudad. Un día, se encontró un sofá de piel abandonado en la calle. Y pensó que podría ser una buena idea colocar el sofá junto a uno de los puentes cercanos. Y lo hizo. En poco tiempo pudo sentarse en el puente, viendo a la gente pasar mientras el agua fluía por debajo. Una experiencia muy agradable. El innovador puente que surgió de esta idea hace muchos años ha recibido multitud de premios internacionales de arquitectura. El puente se ha convertido en una atracción muy importante para Teherán en muy poco tiempo.

Un destino por si mismo

El famoso diseño de Araghian fue el ganador de un concurso local. La construcción se inició poco después, pero tuvieron que enfrentarse a muchos obstáculos. La principal dificultad fue el embargo comercial internacional que prohibía a muchos países comerciar con Irán. La recepción del software de construcción requerido desde Australia se demoró bastante. Este software era absolutamente esencial para el proyecto, porque las especificaciones de esta compleja construcción de acero debían calcularse con exactitud. El puente no es solo un placer para los ojos, también engloba una gran cantidad de materiales: se utilizaron más de 2.000 toneladas de acero y 10.000 metros cúbicos de cemento. La construcción se realizó a gran altura, parcialmente sobre una autopista, lo que requería medidas de seguridad adicionales como plataformas especiales para los trabajadores de la construcción y túneles temporales para evitar que los materiales se desplomasen sobre el tráfico. El puente se finalizó en dos años y se inauguró en 2014. Desde entonces, el puente Tabiat atrae diariamente a los teheraníes, que vienen aquí a correr, andar, montar en bici o a comer fuera. Tal y como la arquitecta había planeado, actualmente el puente es una atracción por sí mismo. A menudo Irán compara este puente con otro puente emblemático del país: el puente Siosepol, de 400 años de antigüedad, de la ciudad de Isfahan. Durante siglos, el puente ha sido un lugar de encuentro de los habitantes de la ciudad. Tendremos que esperar para comprobar si el puente Tabiat seguirá sus pasos. Desde luego, lo tiene todo para conseguirlo.

Compartir:

Artículos relacionados

Tehran, Irán

Reservar un vuelo